viernes, 25 de septiembre de 2015
jueves, 24 de septiembre de 2015
BIOGRAFÍA DE JEFFERSON PÉREZ
BIOGRAFÍA DE JEFFERSON PÉREZ
¿Quién es Jefferson Pérez? Sin duda alguna la pregunta está de más, ya que cuando mencionamos este nombre viene a nuestra mente un ser lleno de valentía, perseverancia, esfuerzo y dedicación, es aquel que nos trae alegría a miles de ecuatorianos no sólo por sus triunfos nacionales e internacionales sino por el empeño y la diligencia que le pone a cada área de su vida, acompañada siempre de la humildad y sencillez que lo caracteriza y por lo que lo vuelve en un ser excepcional digno de admirar.
Su pasión por el deporte lo ha llevado ha obtener grandes premios que jamás ningún ecuatoriano ha logrado, es por eso que cuando preguntamos a un niño, un joven o a un adulto sobre que opinan de este valioso ecuatoriano, en cada una de las respuestas encontramos orgullo y optimismo por aquel que lleva el nombre de nuestro país muy en alto y que se ha convertido en la más grande figura del deporte ecuatoriano de todos los tiempos. Jefferson Pérez nació en El Vecino, uno de los barrios más tradicionales de Cuenca, el 1 de Julio de 1974 en el hogar de Manuel Jesús Pérez y María Lucrecia Quezada; su progenitora quería inscribirlo con el nombre de Jersinio, pero este no fue aceptado en el Registro Civil del Azuay aduciendo que no correspondía al idioma español, entonces Fausto, su hermano mayor sugirió el nombre Jefferson, aunque también para conseguir su aceptación se debió decir que era hijo de un deportista.
Durante su infancia, la vida de Jefferson Leonardo Pérez Quezada, transcurrió igual que la de los demás niños de barrio, en medio de limitaciones económicas, por lo que tuvo que compartir su vida estudiantil con el trabajo para ayudar al sustento de su hogar, sus estudios primarios los realizó en las escuelas Eugenio Espejo y Gabriela Cevallos, luego ingresó al Colegio Francisco Febres Cordero.
No obstante, su progenitora, a pesar que adolece de una deficiencia visual, es uno de los pilares fundamentales para la consagración deportiva de Jeffersón, aparte de inculcarle los mejores modales demostró un gran tesón para salir adelante junto a sus hijos, a más de Jefferson y Fausto, la familia Pérez Quezada está compuesta por Fabián, Marcia y Fanny. Aparte de su trayectoria deportiva, el ex campeón Olímpico terminó sus estudios en Administración de Empresas en la Universidad del Azuay, hoy su anhelo es concretar varios de sus proyectos. Su incursión en la Marcha fue por casualidad, todo comenzó ante la premura de prepararse para una carrera de resistencia, que servía como examen de Educación Física, cuando era alumno del Segundo Curso en el Colegio Francisco Febres Cordero, esa urgencia le empujó a pedir a su hermano Fabián que le cediera su puesto para entrenar por una semana junto al grupo de atletas dirigidos por el entrenador Luís Muñoz, Una mañana de abril de 1988 con cierta timidez se acercó al parque de La Madre, sitio que de allí en adelante se convirtió en su cuartel de preparación.
El entrenador Muñoz decidió incentivarlo a que compita en una prueba de fondo. Con pocas semanas de preparación triunfó en la carrera Sport AID, ganando el derecho de representar a Ecuador, junto a Janeth Caizalitín, en New York, EE.UU. y Londres, Inglaterra como embajador deportivo. Al darse cuenta de su potencial para la Marcha, el entrenador Luís Choco le invitó a unirse a su grupo donde estaban las Campeonas Sudamericanas Miriam Ramón y Luisa Nivicela.
Al principio este deporte no fue de su agrado por los movimientos extraños que demanda la caminata atlética. Sin embargo luego de conversar con su familia decidió decir sí a la caminata. En sus inicios participaba en competencias de fondo, es decir 2-3-5 km, luego tuvo que tomar una decisión radical que fue dedicarse por completo al deporte. Su primer logro relevante fue la Medalla de Bronce en el Mundial Juvenil de Atletismo, en Plovdiv, Bulgaria, en 1990, hasta que dos años más tarde, su primera consagración la alcanzó al ganar el título Mundial Juvenil en Seúl, Corea.
"Padre cumplí mi promesa de ser campeón mundial" reza una leyenda escrita al reverso de una fotografía postal dedicada a su progenitor fallecido.
Luego vinieron triunfos en competencias Sudamericanas, Bolivarianas, Panamericanas en la categoría absoluta, incluyendo el Campeonato Mundial de Marcha.
En su camino se tropezó con obstáculos como la fractura de su clavícula en 1993 ó la detección de una hernia discal en 1999, diagnosticada días antes del campeonato del mundo en Sevilla España, con lo cual Jefferson Pérez se encontraba en un dilema, competir o proteger su espalda y salud. Decidió tomar parte de la competencia y consiguió la Medalla de Plata para su país, luego fue sometido a una cirugía en EE.UU. , la cual le dejó literalmente inhabilitado por algunas semanas, posterior a su rehabilitación continuó su trabajo hacia las olimpiadas de Sydney 2000, ubicándose en un cuarto lugar.
Recientemente Jefferson Leonardo nos trajo nuevamente alegría a los ecuatorianos, pues triunfó en la XII Copa Panamericana de Marcha, realizada en el Balneario Brasileño de Camboriu. Con un final de infarto el plusmarquista mundial de la marcha Jefferson Pérez, logró superar al colombiano Luís Restrepo para quedarse con la corona mayor del máximo evento de esta especialidad en América. En una competencia en la que sus rivales fuertes fueron los colombianos Gustavo Restrepo (2° lugar) y Luís Fernando López (3er. lugar), quienes mediante una estrategia de equipo buscaban desplazar a Pérez para quedarse con los primeros lugares del podio, sin embargo más pudo el ecuatoriano quien hizo prevalecer su condición de favorito y logró así para Ecuador la primera Medalla de Oro en esta Copa.
Luego vinieron triunfos en competencias Sudamericanas, Bolivarianas, Panamericanas en la categoría absoluta, incluyendo el Campeonato Mundial de Marcha.
En su camino se tropezó con obstáculos como la fractura de su clavícula en 1993 ó la detección de una hernia discal en 1999, diagnosticada días antes del campeonato del mundo en Sevilla España, con lo cual Jefferson Pérez se encontraba en un dilema, competir o proteger su espalda y salud. Decidió tomar parte de la competencia y consiguió la Medalla de Plata para su país, luego fue sometido a una cirugía en EE.UU. , la cual le dejó literalmente inhabilitado por algunas semanas, posterior a su rehabilitación continuó su trabajo hacia las olimpiadas de Sydney 2000, ubicándose en un cuarto lugar.
Recientemente Jefferson Leonardo nos trajo nuevamente alegría a los ecuatorianos, pues triunfó en la XII Copa Panamericana de Marcha, realizada en el Balneario Brasileño de Camboriu. Con un final de infarto el plusmarquista mundial de la marcha Jefferson Pérez, logró superar al colombiano Luís Restrepo para quedarse con la corona mayor del máximo evento de esta especialidad en América. En una competencia en la que sus rivales fuertes fueron los colombianos Gustavo Restrepo (2° lugar) y Luís Fernando López (3er. lugar), quienes mediante una estrategia de equipo buscaban desplazar a Pérez para quedarse con los primeros lugares del podio, sin embargo más pudo el ecuatoriano quien hizo prevalecer su condición de favorito y logró así para Ecuador la primera Medalla de Oro en esta Copa.
Las condiciones climatológicas ( 28 grados cent. 90% humedad) extremas, diezmaron las posibilidades de los competidores de mejorar sus marcas, quienes priorizaron la llegada a la meta sobre tiempos realizados, "Aquí el calor estuvo muy fuerte y estará muy fuerte para los Panamericanos de Río, el Mundial de Osaka y los Juegos Olímpicos de Pekín, todos nos entrenamos para superar estas dificultades y cuando lo conseguimos es gratificante, en el último kilómetro pensé que tal vez no podía ganar, los 50 y 100 metros finales saqué de mí toda la energía que me restaba para pasar al frente" admitió Jefferson Pérez Quezada, después de que se recuperó del desgaste de la prueba, disputada con calor y sol fuerte, apenas con una suave brisa.
Los atletas mexicanos Eder Sánchez y Daniel García, quienes constaban entre otros de los favoritos para quedarse con el triunfo, apenas pudieron terminar en 6to. y 13avo. puesto respectivamente. En tanto que en los 20km Damas; Ecuador alcanzó el segundo y tercer lugar con Miriam Ramón (1h39m42s) y Yadira Guamán (1h41m08s) respectivamente. La competencia fue ganada por la Salvadoreña Cristina López con 1h39m21s.
Los atletas mexicanos Eder Sánchez y Daniel García, quienes constaban entre otros de los favoritos para quedarse con el triunfo, apenas pudieron terminar en 6to. y 13avo. puesto respectivamente. En tanto que en los 20km Damas; Ecuador alcanzó el segundo y tercer lugar con Miriam Ramón (1h39m42s) y Yadira Guamán (1h41m08s) respectivamente. La competencia fue ganada por la Salvadoreña Cristina López con 1h39m21s.
Resultados, 5 primeros lugares Varones:
1. Jefferson Pérez Quezada (Ecuador) 1:25:08.
2. Gustavo Restrepo (Colombia) 1:25:09.
3. Luís Fernando López (Colombia) 1:25:25.
4. Christian Berdeja ( México) 1:26:07.
5. Erick Guevara (México) 1:26:47.
De regreso al país el marchista ecuatoriano, manifestó que su interés y prioridad es enfocar todas sus energías con miras a su participación en el Campeonato Mundial de Atletismo, y que todos los eventos previos son exclusivamente de evaluación. Se mostró contento y muy satisfecho por su participación en la ciudad de Shenzhen en China el pasado fin de semana. Aunque no lo ha hecho oficial, sin embargo dejó entrever que su mira también está puesta en los Juegos Olímpicos de Beijing en el 2008, para lo cual manifestó el deseo inmediato de conformar su equipo multidisciplinario que lo acompañará en las justas mundialistas.
Respecto a su desempeño en el segundo Challenger en China, comentó que a pesar de las condiciones extremadamente húmedas, los competidores salieron a ritmo rápido, razón que poco a poco fue retirando a algunos atletas y otros tuvieron que conformarse con ubicaciones secundarias, no obstante rescató de esta competencia el nivel de los marchistas, que son en su mayoría los más opcionados a subir al podio en el próximo Campeonato Mundial y Juegos Olímpicos.
La tenacidad de nuestro Marchista es la mayor fortaleza para que se mantenga activo y es uno de los más grandes ejemplos que nos puede dar este deportista que no en vano es considerado el Número Uno en nuestra historia deportiva. Adelante Jefférson Pérez, sabemos que con la ayuda de Dios más tu esfuerzo y dedicación siempre serás un triunfador.
Biografía de Simón Bolívar
Biografía de Simón Bolívar
A la edad de nueve años el joven Bolívar perdió sus padres y quedo en cargo de su tío don Carlos Palacios. A la edad de quince, don Carlos Palacios lo mandó a España para continuar con su educación.
Bolívar viajó hacia España en 1799 con su amigo Esteban Escobar. Al hacer este viaje, se detuvo en la Ciudad de México donde se encontró con el virrey de Nueva España quien quedó alarmado cuando el joven Bolívar discutió con confianza acerca de la independencia americana. Llegó a Madrid en junio de ese año y quedándose con su tío Estaban Palacios.
En España, Bolívar conoció a María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza con quien se casó poco después en 1802. Poco después de volver a Venezuela, en 1803, María Teresa murió de fiebre amarilla. Su muerte afectó grandemente a Bolívar quien juró nunca casarse de nuevo. Promesa que mantuvo el resto de su vida.
Después de perder su esposa, Bolívar regresó a España con su tutor y amigo, Simón Rodríguez, en 1804. Mientras en Europa presenció la proclamación de Napoleón Bonaparte como Emperador Francés y después asistió a la coronación de Napoleón como Rey de Italia en Milán. Bolívar perdió respeto por Napoleón, a quien él consideró un traidor a las ideas republicanas. Pero era en Italia que Bolívar hizo su famoso juramento sobre el Monte Sacro de Roma de no descansar hasta que América sea libre.
Bolívar regresó a Venezuela en 1807 después de una breve visita a los Estados Unidos. En 1808 Napoleón instaló a su hermano, José, como Rey de España. Esto instigó una gran revolución popular en España conocida como la Guerra Peninsular. En América, como en España, juntas regionales se formaron para luchar contra el nuevo rey. A diferencia de las juntas españolas, las juntas americanas lucharon contra el poder del rey, no solo la persona de José Bonaparte.
Ese año, la junta de Caracas declaró su independencia de España y Bolívar fue enviado a Inglaterra con Andrés Bello y Luis López Méndez en una misión diplomática. Bolívar regresó a Venezuela y el 3 de junio de 1811, dio su discurso en favor de la independencia americana a la Sociedad Patriótica. El 13 de agosto, fuerzas patriotas bajo el comando de Francisco de Miranda lograron una victoria en Valencia.
El 24 de julio de 1812 Miranda se rindió después de varios desastres militares y Bolívar pronto tuvo que huir a Cartagena. Allí, Bolívar escribió su famoso "Manifiesto de Cartagena" en el cual manifestó que Nueva Granada debería ayudar a liberar Venezuela porque su causa era la misma y porque la libertad de Venezuela aseguraría la libertad de Nueva Granada. Bolívar recibió la asistencia de Nueva Granada y en 1813 invadió Venezuela. Entró a Mérida el 23 de mayo y fue proclamado "Libertador" por el pueblo. El 8 de junio Bolívar proclamó la "guerra a muerte" en favor de la libertad. Bolívar tomó Caracas el 6 de agosto y dos días después proclamó la segunda república venezolana.
Después de numerosas batallas, Bolívar tuvo que huir nuevamente y en 1815 tomó refugio en Jamaica de donde escribió su "Carta de Jamaica". Ese mismo año Bolívar viajó a Haití y solicitó a su presidente, Alejandro Sabes Petión, ayudar a la causa hispanoamericana. En 1817, con ayuda de Haití, Bolívar regreso al continente para continuar luchando.
La Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819 resultó en una gran victoria para Bolívar y el ejército de la revolución. Ese año, Bolívar creó el Congreso de Angostura que fundó La Gran Colombia (una federación de las presentes repúblicas de Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador) la cual nombró a Bolívar presidente. Durante los próximos años la oposición realista fue eliminada, la independencia de Venezuela se consolida con la Batalla de Carabobo, el 24 de Junio de 1821.
Después de la victoria de Antonio José de Sucre sobre las fuerzas españolas en la Batalla de Pichincha el 23 de mayo de 1822 el norte de Sudamericana fue liberada. Con esa gran victoria Bolívar preparó para marchar con su ejército para cruzar los Andes y liberar Perú.
El 26 de julio de 1822 Bolívar tuvo una conferencia con José de San Martín en Guayaquil para discutir la estrategia para la liberación de Perú. Nadie sabe que ocurrió en la secreta reunión entre los dos héroes latino americanos, pero San Martín volvió a Argentina mientras Bolívar preparó para la lucha contra el último bastión español en Sudamericano.
En 1823 Bolívar tomó comando de la invasión de Perú y en septiembre llegó en Lima con Sucre para planear el ataque. El 6 de agosto de 1824 Bolívar y Sucre juntos derrotaron el ejército español en la Batalla de Junín. El 9 de diciembre Sucre destrozó el último valuarte del ejército español en la Batalla de Ayacucho, eliminando la presencia española en Sudamérica.
El 6 de agosto de 1825 Sucre creó el Congreso del Alto Perú, el cual creó la República de Bolivia en honor de Bolívar. La Constitución de 1826, aunque nunca usada, fue escrita por el mismo Bolívar. También en 1826 Bolívar creó el Congreso de Panamá, la primera conferencia hemisférica.
Mientras estuvo fuera de Venezuela, Bolívar es víctima de las rivalidades entre los caudillos que empezaban a gobernar a Venezuela y se va a Colombia, en donde muere el 17 de diciembre de 1830, en la ciudad de Santa Marta. Sus últimas declaraciones reflejan la amargura que sentía por no haber logrado su objetivo de la unión de la nueva patria: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco nació en Caracas en 24 de julio de 1783 de don Juan Vicente Bolívar y Ponte y doña María de la Concepción Palacios y Blanco. Nacido un aristócrata, Simón Bolívar recibió una excelente educación de sus tutores, especialmente Simón Rodríguez. Gracias a sus tutores, Bolívar conoció las obras del movimiento filosófico del siglo XVIII y también las de Grecia y Roma clásica.
A la edad de nueve años el joven Bolívar perdió sus padres y quedo en cargo de su tío don Carlos Palacios. A la edad de quince, don Carlos Palacios lo mandó a España para continuar con su educación.
Bolívar viajó hacia España en 1799 con su amigo Esteban Escobar. Al hacer este viaje, se detuvo en la Ciudad de México donde se encontró con el virrey de Nueva España quien quedó alarmado cuando el joven Bolívar discutió con confianza acerca de la independencia americana. Llegó a Madrid en junio de ese año y quedándose con su tío Estaban Palacios.
En España, Bolívar conoció a María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza con quien se casó poco después en 1802. Poco después de volver a Venezuela, en 1803, María Teresa murió de fiebre amarilla. Su muerte afectó grandemente a Bolívar quien juró nunca casarse de nuevo. Promesa que mantuvo el resto de su vida.
Después de perder su esposa, Bolívar regresó a España con su tutor y amigo, Simón Rodríguez, en 1804. Mientras en Europa presenció la proclamación de Napoleón Bonaparte como Emperador Francés y después asistió a la coronación de Napoleón como Rey de Italia en Milán. Bolívar perdió respeto por Napoleón, a quien él consideró un traidor a las ideas republicanas. Pero era en Italia que Bolívar hizo su famoso juramento sobre el Monte Sacro de Roma de no descansar hasta que América sea libre.
Bolívar regresó a Venezuela en 1807 después de una breve visita a los Estados Unidos. En 1808 Napoleón instaló a su hermano, José, como Rey de España. Esto instigó una gran revolución popular en España conocida como la Guerra Peninsular. En América, como en España, juntas regionales se formaron para luchar contra el nuevo rey. A diferencia de las juntas españolas, las juntas americanas lucharon contra el poder del rey, no solo la persona de José Bonaparte.
Ese año, la junta de Caracas declaró su independencia de España y Bolívar fue enviado a Inglaterra con Andrés Bello y Luis López Méndez en una misión diplomática. Bolívar regresó a Venezuela y el 3 de junio de 1811, dio su discurso en favor de la independencia americana a la Sociedad Patriótica. El 13 de agosto, fuerzas patriotas bajo el comando de Francisco de Miranda lograron una victoria en Valencia.
El 24 de julio de 1812 Miranda se rindió después de varios desastres militares y Bolívar pronto tuvo que huir a Cartagena. Allí, Bolívar escribió su famoso "Manifiesto de Cartagena" en el cual manifestó que Nueva Granada debería ayudar a liberar Venezuela porque su causa era la misma y porque la libertad de Venezuela aseguraría la libertad de Nueva Granada. Bolívar recibió la asistencia de Nueva Granada y en 1813 invadió Venezuela. Entró a Mérida el 23 de mayo y fue proclamado "Libertador" por el pueblo. El 8 de junio Bolívar proclamó la "guerra a muerte" en favor de la libertad. Bolívar tomó Caracas el 6 de agosto y dos días después proclamó la segunda república venezolana.
Después de numerosas batallas, Bolívar tuvo que huir nuevamente y en 1815 tomó refugio en Jamaica de donde escribió su "Carta de Jamaica". Ese mismo año Bolívar viajó a Haití y solicitó a su presidente, Alejandro Sabes Petión, ayudar a la causa hispanoamericana. En 1817, con ayuda de Haití, Bolívar regreso al continente para continuar luchando.
La Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819 resultó en una gran victoria para Bolívar y el ejército de la revolución. Ese año, Bolívar creó el Congreso de Angostura que fundó La Gran Colombia (una federación de las presentes repúblicas de Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador) la cual nombró a Bolívar presidente. Durante los próximos años la oposición realista fue eliminada, la independencia de Venezuela se consolida con la Batalla de Carabobo, el 24 de Junio de 1821.
Después de la victoria de Antonio José de Sucre sobre las fuerzas españolas en la Batalla de Pichincha el 23 de mayo de 1822 el norte de Sudamericana fue liberada. Con esa gran victoria Bolívar preparó para marchar con su ejército para cruzar los Andes y liberar Perú.
El 26 de julio de 1822 Bolívar tuvo una conferencia con José de San Martín en Guayaquil para discutir la estrategia para la liberación de Perú. Nadie sabe que ocurrió en la secreta reunión entre los dos héroes latino americanos, pero San Martín volvió a Argentina mientras Bolívar preparó para la lucha contra el último bastión español en Sudamericano.
En 1823 Bolívar tomó comando de la invasión de Perú y en septiembre llegó en Lima con Sucre para planear el ataque. El 6 de agosto de 1824 Bolívar y Sucre juntos derrotaron el ejército español en la Batalla de Junín. El 9 de diciembre Sucre destrozó el último valuarte del ejército español en la Batalla de Ayacucho, eliminando la presencia española en Sudamérica.
El 6 de agosto de 1825 Sucre creó el Congreso del Alto Perú, el cual creó la República de Bolivia en honor de Bolívar. La Constitución de 1826, aunque nunca usada, fue escrita por el mismo Bolívar. También en 1826 Bolívar creó el Congreso de Panamá, la primera conferencia hemisférica.
Mientras estuvo fuera de Venezuela, Bolívar es víctima de las rivalidades entre los caudillos que empezaban a gobernar a Venezuela y se va a Colombia, en donde muere el 17 de diciembre de 1830, en la ciudad de Santa Marta. Sus últimas declaraciones reflejan la amargura que sentía por no haber logrado su objetivo de la unión de la nueva patria: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".
BIOGRAFÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
BIOGRAFÍA
DEL SANTO PADRE
DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
«Mi gente es pobre y yo soy uno de ellos», ha dicho más de una vez para explicar la opción de vivir en un apartamento y de prepararse la cena él mismo. A sus sacerdotes siempre les ha recomendado misericordia, valentía apostólica y puertas abiertas a todos. Lo peor que puede suceder en la Iglesia, explicó en algunas circunstancias, «es aquello que De Lubac llama mundanidad espiritual», que significa «ponerse a sí mismo en el centro».
Y cuando cita la justicia social, invita en primer lugar a volver a tomar el catecismo, a redescubrir los diez mandamientos y las bienaventuranzas. Su proyecto es sencillo: si se sigue a Cristo, se comprende que «pisotear la dignidad de una persona es pecado grave».
Su biografía oficial es de pocas líneas, al menos hasta el nombramiento como arzobispo de Buenos Aires. Llegó a ser un punto de referencia por sus fuertes tomas de posición durante la dramática crisis económica que devastó el país en 2001.
En la capital argentina nació el 17 de diciembre de 1936, hijo de emigrantes piamonteses: su padre, Mario, era contador, empleado en ferrocarril, mientras que su madre, Regina Sivori, se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos.
Se diplomó como técnico químico, y eligió luego el camino del sacerdocio entrando en el seminario diocesano de Villa Devoto. El 11 de marzo de 1958 pasó al noviciado de la Compañía de Jesús. Completó los estudios de humanidades en Chile y en 1963, al regresar a Argentina, se licenció en filosofía en el Colegio San José, de San Miguel. Entre 1964 y 1965 fue profesor de literatura y psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe y en 1966 enseñó las mismas materias en el Colegio del Salvador en Buenos Aires. De 1967 a 1970 estudió teología en el Colegio San José, y obtuvo la licenciatura.
El 13 de diciembre de 1969 recibió la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellano. Prosiguió la preparación en la Compañía de 1970 a 1971 en Alcalá de Henares (España), y el 22 de abril de 1973 emitió la profesión perpetua. De nuevo en Argentina, fue maestro de novicios en Villa Barilari en San Miguel, profesor en la facultad de teología, consultor de la provincia de la Compañía de Jesús y también rector del Colegio.
El 31 de julio de 1973 fue elegido provincial de los jesuitas de Argentina, tarea que desempeñó durante seis años. Después reanudó el trabajo en el campo universitario y entre 1980 y 1986 es de nuevo rector del colegio de San José, además de párroco en San Miguel. En marzo de 1986 se traslada a Alemania para ultimar la tesis doctoral; posteriormente los superiores le envían al colegio del Salvador en Buenos Aires y después a la iglesia de la Compañía de la ciudad de Córdoba, como director espiritual y confesor.
Es el cardenal Antonio Quarracino quien le llama como su estrecho colaborador en Buenos Aires. Así, el 20 de mayo de 1992 Juan Pablo ii le nombra obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio recibe en la catedral la ordenación episcopal de manos del purpurado. Como lema elige Miserando atque eligendo y en el escudo incluye el cristograma ihs, símbolo de la Compañía de Jesús.
Concede su primera entrevista como obispo a un pequeño periódico parroquial, «Estrellita de Belén». Es nombrado enseguida vicario episcopal de la zona de Flores y el 21 de diciembre de 1993 se le encomienda también la tarea de vicario general de la arquidiócesis. Por lo tanto no sorprendió que el 3 de junio de 1997 fuera promovido como arzobispo coadjutor de Buenos Aires. Antes de nueve meses, a la muerte del cardenal Quarracino, le sucede, el 28 de febrero de 1998, como arzobispo, primado de Argentina. El 6 de noviembre sucesivo fue nombrado Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en el país y desprovistos de Ordinario del propio rito.
Tres años después, en el Consistorio del 21 de febrero de 2001, Juan Pablo ii le crea cardenal, asignándole el título de san Roberto Bellarmino. En esa ocasión, invita a los fieles a no acudir a Roma para celebrar la púrpura y a destinar a los pobres el importe del viaje. Gran canciller de la Universidad Católica Argentina, es autor de los libros Meditaciones para religiosos (1982), Reflexiones sobre la vida apostólica (1986) y Reflexiones de esperanza (1992).
En octubre de 2001 es nombrado relator general adjunto para la décima asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos, dedicada al ministerio episcopal, encargo recibido en el último momento en sustitución del cardenal Edward Michael Egan, arzobispo de Nueva York, de presencia necesaria en su país a causa de los ataques terroristas del 11 de septiembre. En el Sínodo subraya en particular la «misión profética del obispo», su «ser profeta de justicia», su deber de «predicar incesantemente» la doctrina social de la Iglesia, pero también de «expresar un juicio auténtico en materia de fe y de moral».
Mientras, en América Latina su figura se hace cada vez más popular. A pesar de ello, no pierde la sobriedad de trato y el estilo de vida riguroso, por alguno definido casi «ascético». Con este espíritu en 2002 declina el nombramiento como presidente de la Conferencia episcopal argentina, pero tres años después es elegido y más tarde reconfirmado por otro trienio en 2008. Entre tanto, en abril de 2005, participa en el cónclave en el que es elegido Benedicto xvi.
Como arzobispo de Buenos Aires —diócesis de más de tres millones de habitantes— piensa en un proyecto misionero centrado en la comunión y en la evangelización. Cuatro los objetivos principales: comunidades abiertas y fraternas; protagonismo de un laicado consciente; evangelización dirigida a cada habitante de la ciudad; asistencia a los pobres y a los enfermos. Apunta a reevangelizar Buenos Aires «teniendo en cuenta a quien allí vive, cómo está hecha, su historia».
Invita a sacerdotes y laicos a trabajar juntos. En septiembre de 2009 lanza a nivel nacional la campaña de solidaridad por el bicentenario de la independencia del país: doscientas obras de caridad para llevar a cabo hasta 2016. Y, en clave continental, alimenta fuertes esperanzas en la estela del mensaje de la Conferencia de Aparecida de 2007, que define «la Evangelii nuntiandi de América Latina».
Hasta el inicio de la sede vacante era miembro de las Congregaciones para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para el clero, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica; del Consejo pontificio para la familia y de la Comisión pontificia para América Latina.
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